<img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion%20174/31-a.png" align="right" style="margin: 0px 0px 20px 20px;" /> Si bien la región presenta un capital natural sobresaliente a nivel global (abundancia de recursos hídricos, vasta biodiversidad y grandes stocks pesqueros), existe inequidad social profunda y falta de conocimiento de cómo optimizar el aprovechamiento de esos recursos naturales para mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes.<br /> <br /> Durante el año 2015 hubo avances significativos que se plasmaron en acuerdos internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030 (ODS) o el Acuerdo de París sobre Cambio Climático (COP21). Sin embargo, la región debe avanzar para concretar una nueva visión de desarrollo sostenible y trabajar, por ejemplo, en cumplir con el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 plasmado en las metas de Aichi, el cual representa un marco de acción de 10 años para todos los países y partes pertinentes para salvar la diversidad biológica y maximizar sus beneficios para la población.<br /> <br /> La movilización de recursos para cumplir con los ODS y el Acuerdo de París demandan, aproximadamente USD 51.000 millones para los 10 países latinoamericanos[1], incluidos en el cálculo del Banco Mundial. Por ello, resulta prioritario para los países de la región conocer donde están algunas fuentes de financiamiento necesarias para concretar el desarrollo sostenible y cómo acceder a ellas.<br /> <br /> En este sentido, CAF -banco de desarrollo de América Latina- como institución que apoya la promoción y consolidación de iniciativas de mitigación y adaptación al cambio climático, se acreditó en el año 2015 como agencia de implementación del Fondo Verde del Clima (GCF, por sus siglas en inglés), del Fondo de Adaptación y del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), con el objetivo de gestionar recursos hacia la región.<br /> <br /> Además de conocer las fuentes de financiamiento, es importante identificar proyectos de conservación y desarrollo sostenible, que puedan tener opción de financiamiento verde y climático. El papel de empresarios, academia, institutos de investigación, ONGs, coordinado de cerca por el sector público, será decisivo para lograr recabar los fondos necesarios e implementar eficientemente iniciativas climáticas que nos lleven a economías menos dependientes de las energías fósiles.<br /> <br /> En febrero 2017, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó el informe "Financiamiento para el cambio climático en América Latina y el Caribe en 2015", que recalca que el financiamiento climático en Latinoamérica fue de unos USD 20.000 millones, y que de los aportes de los bancos multilaterales, CAF y BID se concentraron más de USD 5.000 millones durante el 2017. CAF reportó USD 2.848 millones y el 37% de este monto financió inversiones en adaptación al cambio climático, principalmente en Ecuador, Argentina y Perú, lo que lo convirtió en el organismo multilateral con mayor financiamiento para reducir vulnerabilidades al cambio climático en Latinoamérica.<br /> <img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion%20174/31-b.png" align="right" style="margin: 10px 0px 0px 20px;" /><br /> El camino por recorrer es largo, pero todos los actores redoblan esfuerzos para apoyar la transición del sistema financiero regional y canalizar más recursos verdes y climáticos para lograr una economía baja en carbono y resiliente al cambio climático.<br /> <br /> <span style="color: #999999; font-style: italic;">[1] Banco Mundial: The NDC platform, en http://spappssecext.worldbank.org/sites/indc/Pages/Mitigation.aspx</span>