En los últimos 10 años en Ecuador se registraron importantes inversiones en infraestructura de agua potable y saneamiento, que alcanzaron un monto cercano a los USD 1.700 millones. Según datos oficiales, 72 de cada 100 familias ecuatorianas disponen de servicios de agua por tubería y saneamiento adecuado. Sin embargo, este promedio nacional no refleja las diversas realidades que enfrenta nuestro país, teniendo por un lado ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca, cuyos niveles de cobertura están próximos a alcanzar la cobertura universal, mientras que las ciudades pequeñas y los sectores periurbanos y rurales presentan limitaciones en cuanto al acceso y calidad de estos servicios.Con el propósito de hacer frente a esta problemática, diversos actores han participado de un diálogo sectorial, donde se plantearon desafíos para el sector de provisión de servicios de agua y saneamiento, entre los cuales se destacan:Para reducir las brechas de cobertura entre el sector urbano y rural será indispensable mejorar la calidad de los proyectos, fortalecer la coordinación de las entidades sectoriales, así como identificar estrategias de alianza entre los municipios y los prestadores comunitarios, con énfasis en el fortalecimiento de las juntas de agua, de las que se estima, existen al menos 7.000 a nivel nacional.La sostenibilidad de los servicios de agua potable y saneamiento que garanticen calidad, cantidad y servicio continuo, es un desafío. Por ello, debemos trabajar en modelos de gestión que promuevan la generación de incentivos orientados a mejorar la gestión y eficiencia de los servicios, la calidad de las inversiones, así como la implementación de esquemas de tarifas y subsidios que generen recursos suficientes para la operación, mantenimiento y dotación de infraestructura en el largo plazo. Todo esto, acompañado por programas sociales que habiliten el acceso de los sectores de menores recursos.Por otro lado, es necesario diseñar mecanismos y establecer políticas públicas que incentiven la agrupación de municipios en mancomunidades que permitirán lograr economías de escala para la gestión, operación y mantenimiento de la infraestructura.Tanto el cierre de brechas como la sostenibilidad de los servicios requiere de un modelo de gobernanza sólido por lo que se necesita fortalecer a las instituciones involucradas en el sector de agua potable y saneamiento. En los últimos años se han realizado esfuerzos importantes para ordenar el marco legal e institucional del sector, pero los entes creados o fusionados todavía presentan traslapes de funciones y necesitan fortalecer su experticia y capacidad de gestión.La problemática expuesta requiere de un esfuerzo conjunto del Gobierno, gobiernos locales, organismos multilaterales y sociedad civil. En esa línea, en enero de este año el Gobierno presentó el programa “Misión Agua y Saneamiento para Todos”, cuyo objetivo es garantizar el acceso universal y equitativo a buenos servicios de agua y saneamiento.Esta iniciativa tiene previsto destinar cerca de USD 2.000 millones hasta el 2021, pero esto no será suficiente para cubrir las grandes necesidades de infraestructura si no es apoyada por todos los niveles de gobierno y la banca de desarrollo.CAF -banco de desarrollo de América Latina- es un aliado para el sector público y privado del Ecuador y para el caso específico del sector agua y saneamiento, ha financiado iniciativas, como la agenda de trabajo desarrollada durante la última década con el Gobierno ecuatoriano, para el financiamiento de más de 600 proyectos en los municipios del país con una inversión de USD 775 millones.Nuestro compromiso con Ecuador continúa, apoyaremos el “Programa Misión Agua y Saneamiento para Todos” e iniciativas planteadas por los gobiernos locales, mediante la aprobación de créditos y la entrega de fondos de asistencia técnica no reembolsable para el fortalecimiento institucional y el desarrollo de capacidades de los principales entes sectoriales.