<span style="font-size: 8pt; font-weight: bold;">Por :ROQUE MORÁN LATORRE | Presidente Ejecutivo del IRSE – ECUADOR <br /> Instituto de Responsabilidad Social Empresarial del Ecuador<br /> www.irse-ec.org<br /> </span><br /> <span style="font-weight: bold;">Un líder moral</span><br /> En esta centuria surge un indiscutible líder moral, reconocido por moros y cristianos, admirado por detractores y seguidores, el Papa Francisco, que entre muchos documentos e intervenciones, lanza su primera exhortación apostólica, en noviembre de 2013, llamada “La alegría del evangelio”. Las exhortaciones apostólicas, generalmente, se las promulga después de una reunión del Sínodo de Obispos o por otras razones, y está dirigida a todos los fieles católicos entre los que, con inmensa mayoría, estamos los seglares; los asuntos que allí se abordan penetran hondo y dan luces a temas actuales, de gran sensibilidad, que son analizados con cimiento profundo en las enseñanzas de Jesucristo, maestro y timonel de la Iglesia. <br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">Desafíos del mundo actual</span><br /> Algunos de los títulos de las lecciones que en su exhortación, nos propone el pontífice Francisco, sobre economía global y responsabilidad social: no a la nueva idolatría del dinero, no a una economía de la exclusión, no a un dinero que gobierna en lugar de servir, no a la inequidad que genera violencia, no a la acedia egoísta, no al pesimismo estéril, no a la mundanidad espiritual, no a la guerra entre nosotros. Como es su característica, Francisco penetra hondo, zahiere franco, no se anda por las ramas, llama a las cosas por su nombre; de forma valiente, devela las causas de tanta inequidad e injusticia en el mundo que vivimos. <br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">Acerca del bien común y la paz social</span><br /> Otros temas que desarrolla: el tiempo es superior al espacio, la unidad prevalece sobre elconflicto, la realidad es más importante<br /> que la idea, el todo es superior a la parte. Si bien es cierto, nos suenan un poquito filosóficos, no quepa duda que desenmascaran la actitud que muchos poseedores de los bienes y del capital han ido adoptando, haciendo oídos sordos e ignorando tanto clamor y necesidad de los seres indigentes, en los que se ha exacerbado sentimientos de amargura, desazón y penosamente, resentimiento y odio. <br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">La reforma financiera</span><br /> Escribe el Papa: “Una reforma financiera que no ignore la ética requeriría un cambio de actitud enérgico por parte de los dirigentes políticos, a quienes exhorto a afrontar este reto con determinación y visión de futuro, sin ignorar, por supuesto, la especificidad de cada contexto. ¡El dinero debe servir y no gobernar! El Papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos. Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano”.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">La economía actual</span><br /> “Los mecanismos de la economía actual promueven una exacerbación del consumo, pero resulta que el consumismo desenfrenado unido a la inequidad es doblemente dañino del tejido social. Así la inequidad genera, tarde o temprano, una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni resolverán jamás. Sólo sirven para pretender engañar a los que reclaman mayor seguridad, como si hoy no supiéramos que las armas y la represión violenta, más que aportar soluciones, crean nuevos y peores conflictos. Algunos simplemente se regodean culpando a los pobres y a los países pobres de sus propios males, con indebidas generalizaciones, y pretenden encontrar la solución en una «educación» que los tranquilice y los convierta en seres domesticados e inofensivos.<br /> <br /> Esto se vuelve todavía más irritante si los excluidos ven crecer ese cáncer social que es la corrupción profundamente arraigada en muchos países —en sus gobiernos, empresarios e instituciones— cualquiera que sea la ideología política de los gobernantes”.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">Oídos para oír</span><br /> Soslayar estas lecciones de Francisco es convertirse en autor, cómplice o encubridor de una lacerante situación social que clama por un cambio. Quien tenga oídos para oír que oiga, pero que actúe ya, que sea un aporte positivo para la solución. Quizá, el problema tiene arraigadas causas comunes, más antiguas que el hambre: el egoísmo y la soberbia. Todos estamos llamados a la misión que nos invita Francisco, en especial, a los manejadores del poder y dinero. <br /> <br /> <br />