<p style="margin: 0px; text-align: justify;">A medida que la población meta accedió a su automóvil, la venta dejó de estar garantizada. Se les hizo entonces necesario investigar las preferencias del consumidor para satisfacer sus necesidades. Así pasaron de un modelo de negocio con enfoque en el producto, a uno con enfoque en el mercado, donde el consumidor es el eje central.</p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"><br /> </p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"> El enfoque de mercado demostró tener sus complejidades, ya que éste es cambiante, las preferencias de los consumidores son volátiles y las tecnologías que se utilizan para satisfacer dichas necesidades están en constante evolución. Para comprender el impacto que estas circunstancias tienen sobre la empresa, analicemos el caso de las “máquinas de escribir”. El procesamiento de palabras se hizo desde fines del siglo XIX hasta fines del siglo XX en máquinas de escribir producidas en la industria mecánica. En la década de los 80, comenzaron a migrar a la tecnología digital. Muchas empresas que satisfacían esta necesidad intentaron adoptar esta nueva tecnología, obteniendo un fracaso rotundo. ¿Por qué? Porque no contaban con los recursos ni las capacidades necesarias para competir en el nuevo mercado digital.</p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"><br /> </p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"> “Las empresas deben aprender a afrontar la incertidumbre, abandonar la zona de confort para navegar en la realidad: entre lo indeterminado y lo impredecible.”</p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"><br /> </p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"> ¿Qué debe predominar entonces, lo que sabemos hacer o lo que el mercado demanda? Ciertamente, debe haber una alineación entre las necesidades de los consumidores, los recursos y las capacidades que se poseen. Hacer bien algo que nadie demanda lleva al fracaso, tanto como hacer algo que todos quieren, pero mal.</p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"><br /> </p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"> De hecho, la estrategia debe basarse en los recursos y capacidades que la empresa posee, en lo que sabe hacer, en aquello que le permita tener un desempeño superior a la competencia. Pero si las preferencias de los consumidores cambian y las tecnologías de la que se sirve también, es tiempo de replantear la estrategia.</p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"><br /> </p> <p style="margin: 0px; text-align: justify;"> “La estrategia abarca todas las actividades críticas de la empresa, dándoles un sentido de unidad, dirección y propósito facilitando los cambios inducidos por el entorno.”</p> <br /> Escrito por Juan Cucchi, Director de Especialización Estratégica, Folleto ADEN International Business School.<br />