Todavía hay quienes consideran que los intereses de la sociedad y de los entes privados son incompatibles, que no existe entre ellos una convergencia que pueda motivar al mundo empresarial cambios importantes. Esta creencia se opone a los principios que forjan la Creación de Valor Compartido de Nestlé. Este modelo evolucionado de responsabilidad social empresarial no se basa en la creencia de que la empresa debe “devolver” algo a la sociedad que le abre sus puertas. Por el contrario, se fundamenta en el entendimiento de que la compañía y las personas, la compañía y el medio ambiente, la compañía y las comunidades se necesitan y pueden apoyarse mutuamente para alcanzar sus objetivos.<br /> <br /> En este sentido, la Creación de Valor Compartido es el puntal de una forma de trabajar que se basa en el cumplimiento y en la sostenibilidad. El cumplimiento del compromiso de actuar con honestidad y en apego a las leyes y normas para construir una relación de confianza; y la sostenibilidad, es decir, trabajar de manera que se satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de futuras generaciones, para seguir cosechando beneficios mutuos a largo plazo. Nestlé ha identificado que las áreas con mayor potencial para crear valor compartido son la Nutrición, el Agua y el Desarrollo Rural.<br /> <br /> <br />