En un artículo publicado por el diario español El País, se destaca que las consecuencias exceden el ámbito político. La <span style="font-weight: bold;">grave situación financiera de Petrobras</span> y su importancia para la actividad del país, podrían afectar directamente a la economía brasileña y, con ello, al Gobierno de Dilma Rousseff.<br /> <br /> En sus 62 años, <span style="color: windowtext;">Petrobras</span> actualmente afronta la coyuntura más angustiosa de su historia. <span style="font-weight: bold;">“La presión conjunta de un plan quinquenal de inversiones por valor de USD 221.000 millones, una deuda escalofriante de USD 130.000 millones pese al boom del petróleo de los últimos años y la abrupta caída del precio del crudo han diezmado el valor de la empresa</span>”, asegura el diario El País.<br /> <br /> Además,<span style="font-weight: bold;"> el valor en Bolsa de la compañía ha caído un 35% desde que, hace ahora un año, la Policía Federal activó la operación Lava Jato por corrupción a gran escala. </span>Sumando a esto la caída del real brasileño a su nivel más bajo desde 2004, se torna aún más difícil el pago de la deuda de la petrolera.<br /> <br /> Uno de los problemas de Petrobras es la incapacidad para presentar un balance auditado de las cuentas, ante la negativa de sus auditores de PwC a firmar el informe desde junio del año pasado. No se sabe cuánto dinero se ha desviado en estos años para pagar supuestas comisiones y sobornos.<br /> <br /> “La ex presidenta de Petrobras, Graça Foste, llegó a cifrar las pérdidas <span style="color: windowtext;">derivadas de la corrupción</span> en USD 31.000 millones, extremo negado por su sucesor”, señala El País.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">El plazo para presentar las cuentas termina el próximo 30 de abril de 2015 y si no hay cuentas auditadas para entonces, implicaría una violación de los acuerdos con sus acreedores, lo que podría propiciar una suspensión de pagos.</span><br /> <br /> <a name="14c99b1a1157dd9d_sumario_1"></a>Si esto llegara a suceder, al ser una empresa estatal, necesitaría ayuda pública. Sin embargo, dadas las dimensiones de la empresa, un rescate público dispararía el déficit. Esto pondría en riesgo la calificación crediticia del país y amenazaría la sostenibilidad de una economía que ya se encuentra en números rojos.<br /> <br /> Para prever esta situación, Petrobras ha empezado a tomar medidas. Según El País, la compañía ha anunciado la venta de activos entre USD 13.000 y 15.000 millones entre 2015 y 2016 y reducirá los planes de inversión en USD 16.000 millones.<br /> <br /> Desde noviembre de 2014, ninguna empresa brasileña ha podido colocar deuda en el mercado internacional según investigaciones de El País. <span style="color: windowtext;">Goldman Sachs </span>calcula que los bancos brasileños tienen una exposición al sector petrolero de unos USD 40.200 millones, la mayoría a Petrobras. Además, <span style="font-weight: bold;">la compañía representa el 10% de la inversión del país</span> y la decisión de aplazar pagos a proveedores ya ha provocado la bancarrota de alguna de sus contratistas, según afirma el artículo del diario El País. La petrolera y sus proveedores suponen entre el 15% y el 20% del PIB de Brasil.<br /> <br /> <span style="color: windowtext;">Los expertos de Bridgewater</span>, el mayor fondo de alto riesgo del mundo, comparan una hipotética quiebra de Petrobras con la que vivió Rusia a finales de los años 90. Esto significaría la mayor bancarrota industrial de la historia.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">“Si Petrobras cae, las pérdidas infligidas a los grandes bancos públicos provocará tal conmoción financiera que el Gobierno tendrá que acudir al rescate del sistema financiero, con pérdidas no menores a los USD 60.000 o 70.000 millones”</span>, señalan los expertos de Bridgewater.<br /> <br /> <a name="14c99b1a1157dd9d__GoBack"></a> <br /> <span style="color: #222222; font-size: 10pt; font-style: italic;">Fuente: El País</span><br />