Para comenzar, <span style="font-weight: bold;">se debe hacer un ejercicio de empatía para conocer cuál es el momento personal o profesional que vive el jefe.</span> Una vez que se comprenda su situación emocional, y se considera conveniente hablar con él o ella en ese momento, debe armarse de valor y entrar en su oficina. <br /> <br /> Según un artículo publicado por la revista Forbes, para hablar con el jefe se debe elaborar una lista sobre todo lo que se quiere tratar. No es bueno divagar porque no será nada beneficioso. El jefe no tiene mucho tiempo, es mejor ser concreto e ir directo al grano. <br /> <br /> En estas reuniones, ya sean personales o en grupo, <span style="font-weight: bold;">la actitud correcta es la de querer solventar el problema.</span> Ese es el objetivo y eso es lo que se debe intentar conseguir. <br /> <br /> Sea como fuere la reunión, es recomendable<span style="font-weight: bold;"> mantener seriedad, ser amable y siempre respetuoso.</span> Así, no solo se desmontará los malos modales del superior (si los tiene) sino que también se demostrará la profesionalidad y ética. <br /> <br /> Finalmente, si el problema no se soluciona aún después de hablar con el jefe, lo mejor es ponerse en contacto con el departamento de Recursos Humanos o un superior a él. <br /> <br /> <br /> <span style="font-size: 8pt; font-style: italic;">Fuente: Forbes</span><br />