<span style="font-weight: bold; font-size: 8pt;">DANIELA PARDO YÉPEZ. l CONSULTORA DE RESPONSABILIDAD SOCIAL</span><br /> <br /> Cuando el lobo en realidad llegó, Pedrito había perdido la credibilidad de la gente y el lobo se terminó comiendo las ovejas del rebaño. Recordando la fábula de Pedrito y el Lobo, la moraleja no está únicamente dirigida a niños y niñas, sino incluso para empresas que quieren manejar de manera correcta su reputación frente a sus stakeholders.<br /> <br /> La efectividad del Empowerment radica en la generación de un proceso de acción social que demanda la participación voluntaria y comprometida de los individuos, impulsando una movilización de esfuerzos colectivos para detectar problemas, establecer objetivos y planificar estrategias. Con esta analogía muy sencilla, podemos extrapolarla a la condición actual de varias empresas a escala mundial y nacional. Si bien es cierto el término “reputación” es algo ambiguo, indudablemente es medible, sobre todo cuando no se maneja de forma adecuada.<br /> <br /> Se tiene “buena” o “mala” reputación en un lapso de tiempo, realizando una secuencia de acciones y bajo los ojos de stakeholders que se interesan en conocer cuáles son los movimientos de la empresa. Estos movimientos son aquellos que se realizan internamente en el día a día con colaboradores, proveedores, políticas organizacionales, accionistas y demás socios estratégicos. Asimismo, estos movimientos son externos como la relación de la empresa con la comunidad en general, con la transparencia de su gestión frente a entidades reguladoras así como la sociedad, y un sinnúmero de actores. La reputación va más allá de lo que como empresa se hace, sino de cómo se lo comunica por canales formales e informales, desde una nota de prensa hasta la percepción de un cliente a otro.<br /> <br /> Además, hoy en día, la gestión empresarial no debe estar enfocada únicamente en lo que los accionistas buscan, sino que da igual importancia a lo que el resto de sus públicos de interés buscan de la empresa. Claramente podemos concluir que Pedrito, si representara a una empresa X, no gestionó una reputación socialmente responsable, pero ¿por qué? Pues porque quizá no vio la relación entre ser coherente y tener un público que iba a cuestionar esa coherencia de acción y comunicación, premiándolo o castigándolo. Esto ocurre en el mundo de los negocios, en donde tenemos grandes extractoras que manejan programas importantes con el desarrollo de las comunidades en su zona de impacto, y realizan eventos en los que se firman convenios de cooperación o entregas de grandes inversiones de dinero o de obras a estas comunidades. Y por otro lado, no velan por sus operaciones de manera responsable contaminando ríos, talando árboles, acciones que terminan saliendo a la luz y contrarrestan la imagen obtenida previamente.<br /> <br /> La empresa no puede darse el lujo de ser Pedrito y de hecho, debe crear su propia fábula para dar el ejemplo a su competencia.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">Reputación coherente y constante</span><br /> La reputación socialmente responsable debe contar con varios ejes para que sea plasmable, y sobre todo, aceptada. Una empresa debe construir un círculo virtuoso de oportunidades. Es decir, si tiene dentro de su visión estratégica el liderazgo de su mercado, debe saber que todas quieren llegar al mismo punto, la idea es destacar la forma de hacerlo. Aquí el truco, por llamarlo así, es analizar cuál es el efecto multiplicador de las acciones y reforzarlas. Por ejemplo, muchas empresas buscan la excelencia en su compromiso con el personal. Se enfocan en cursos de capacitación, gestión por objetivos, beneficios por sobre lo que estipula la ley, y muchas otras acciones. Esto genera gente afiliada a su trabajo, sin embargo, no en todos los espacios se tiene la oportunidad de plantear proyectos que serán evaluados y considerados por sus superiores. Si uno de estos proyectos es ejecutado y alcanza el éxito, entonces se habrá mejorado como organización, siendo eficiente en costos, aumentando rentabilidad sobre la inversión y aumentando la motivación interna.<br /> <br /> A pesar que esta dinámica no es comunicada a niveles masivos, tiene su repercusión en entornos cercanos a los colaboradores, proveedores y demás públicos internos, lo cual genera un “boca a boca” positivo que suma a la reputación de la empresa. En cuanto al ámbito externo, la estrategia debe estar encaminada hacia la rentabilidad de la empresa así como a la sostenibilidad de sus operaciones. <br /> <br /> En Ecuador, la reputación corporativa es un tema que se lo maneja en muchas empresas pero no estratégicamente, sino de manera puntual. Se comunica cuando se realiza un evento o algo que genere noticia. Esto forma una percepción de “greenwash” o lavado de imagen por la ciudadanía y aquí pagan justos por pecadores. Es decir, si una empresa inaugura a un número de profesionales dentro de su nómina operativa, es algo que muy pocos medios cubrirán. Sin embargo, si se realiza un evento para firmar un convenio con una fundación, los medios de comunicación acogerán más este evento. <br /> <br /> La idea es que a pesar que no todas las actividades a realizarse son de interés para los medios, la empresa sepa utilizar otras herramientas como redes sociales y su misma publicidad. Es un amplio camino a recorrer, pero siempre se empieza con el primer paso.