<span style="font-size: 10.6667px;"><b>Sus ponencias son expuestas a partir de sus vivencias en IMC Worldwide, consultora internacional para el desarrollo con base en Londres que ha colaborado en temas de catástrofes en más de 100 países en el mundo. </b></span><br /> <br /> <p style="margin: 0px; text-align: center;"><img src="especiales/images/270/18.jpg" /></p><br /> <span style="font-weight: bold;">BIO -</span> Tiene más de 44 años de experiencia en gestión de proyectos, así como el diseño de puentes y carreteras en el Reino Unido, el sur y el sudeste de Asia. Actualmente trabaja con el Programa Fael Khair bajo el Banco Islámico de Desarrollo e IMC, para la construcción de refugios y escuelas en la región meridional del delta de Bangladesh.<br /> <br /> Traer profesionales de gestión de proyectos es una prioridad. Esto mantendrá el control de las actividades de socorro y las de reconstrucción que deberán ser debidamente programadas. El equipo debe incluir planificadores, ingenieros, arquitectos, expertos de sensibilización social y ambientalistas. Además, la conciencia social es extremadamente importante. De igual manera es necesario que haya un entendimiento de la realidad local y el modo de vida de la gente en la zona afectada. El proyecto de reconstrucción debe incluir tanto el personal internacional y local. Expertos internacionales pueden llevar su experiencia en desastres naturales mientras que los especialistas locales son clave para la rehabilitación de su propio territorio. <br /> <br /> En el caso de reconstrucciones urbanas, se debe implementar estructuras que sean permanentes y sostenibles, con materiales de buena calidad lo más rápido posible. En las áreas más remotas hay dos opciones: “quick quality build” o construcción rápida de calidad, usando grandes contratistas donde se puede asegurar la nobleza de los productos y mano de obra, además del cumplimiento del tiempo de construcción y entrega. La otra opción es “community build” o construcción comunitaria que requiere estructuras simples normalmente de marco de acero y madera revestida. La mano de obra en estos casos proviene de la comunidad afectada o voluntarios. La construcción de las estructuras locales de calidad es posible pero tomará esfuerzos en la capacitación, la supervisión estricta, el manejo de central de compras y realmente una muy buena gestión de proyecto. Para este tipo de reconstrucción el tiempo de entrega es tres veces más que cuando un gran contratista con experiencia dirige la obra. <br /> <br /> <p style="margin: 0px; text-align: center;"><img src="especiales/images/270/20.jpg" /></p><br /> <span style="font-weight: bold;">BIO -</span> Con más de 10 años de experiencia en ingeniería y respuesta humanitaria, Andre ha trabajado en proyectos de desarrollo tras desastres naturales como en terremoto de Haití en 2010 y el ciclón Nargis en Myanmar en 2008. Hoy colabora en IMC como líder técnico para los servicios de agua en Siria y en el Ministerio de agua en Tanzania. Además posee un PhD en Post- Emergency Water supply de la Universidad de Surrey.<br /> <br /> En temas de infraestructura de agua y saneamiento no hay una "solución mágica" que dé respuesta a todos los desafíos en todas las locaciones. Lo que es más apropiado para una comunidad o pueblo puede no serlo para otro.<br /> <br /> Pero en una situación de desastre, la capacidad de recuperación del sistema de agua es la clave. Los sistemas de resiliencia son los más duraderos y por lo general están ligados por cuatro principios.<br /> <br /> <ul> <li>Robustez, la fuerza en un sistema para hacer frente a la carga externa sin pérdida significativa de funcionalidad.</li> <li>Redundancia, la extensión en que las alternativas, facilidades de elección, y las sustituciones se pueden realizar dentro del sistema bajo situaciones de estrés.</li> <li>Inventiva, la capacidad de movilizar los recursos y servicios necesarios cuando se requiera.</li> <li>Rapidez, la velocidad con que la interrupción se puede superar.</li></ul><br /> <p style="margin: 0px; text-align: center;"><img src="especiales/images/270/201.jpg" /></p><br /> <span style="font-weight: bold;">BIO - </span>Catalina es una apasionada por la planificación urbana sostenible al igual que el desarrollo inteligente que permite adaptarse y mitigar el cambio climático. Tras casi nueve años colaborando en proyectos de desarrollo alrededor del mundo, incluyendo Colombia, hoy participa en la elaboración de una guía local para la reconstrucción con IMC y el Banco Mundial. Además posee una maestría en Planificación Internacional y Desarrollo Sostenible de la Universidad de Westminster. <br /> <br /> Lo más probable es que un suministro de agua sostenible sea uno de los más fáciles de reparar, utilizando los recursos que se encuentran disponibles, sin depender de los repuestos, las finanzas o expertos que deban venir de fuera al entorno local.<br /> <br /> En el terremoto de Christchurch, Nueva Zelanda en 2011, se produjo un importante desplazamiento de la tierra con licuefacción, lo que contribuyó al fracaso de la infraestructura de servicios por debajo del suelo. Es particularmente difícil y financieramente exigente, diseñar sistemas que no se rompan bajo estas condiciones. La falta de inversión antes de un desastre dará como resultado el aumento en el impacto del mismo, como se vio en la devastación de Haití en 2010, donde hubo un gran número de muertos. Por lo contrario, el terremoto de Chile en 2010, demostró cómo la adopción y aplicación de códigos sísmicos pueden reducir en gran medida la pérdida de vidas en terremotos catastróficos.<br /> <br /> Los países de América del Sur son propensos a los terremotos debido a su ubicación geográfica, lo cual representa un desafío en la planificación y construcción de nuestras ciudades. Por otra parte, el rápido desarrollo urbano, migración hacia zonas urbanas, la violencia, la corrupción, el desempleo, las regulaciones débiles y los asentamientos informales hacen de este reto aún mayor. La ejecución de los códigos o normas de construcción, así como la zonificación y la planificación eficaz del uso de la tierra al igual que la inversión en infraestructuras nuevas y existentes a prueba de terremotos podrían ser medidas para ayudar a superar estos desafíos.<br /> <br /> En primer lugar, es importante entender el riesgo que representan los desastres naturales y el cambio climático para identificar a las comunidades más vulnerables con el fin de priorizar las acciones. Durante el proceso de reconstrucción, es importante llevar a cabo un enfoque de "reconstruir mejor". La recuperación post-desastre y la reconstrucción también podría ser vista como una oportunidad para remediar y aliviar los problemas preexistentes.<br /> <br /> La coordinación de las partes interesadas, locales y nacionales, desempeñan un papel clave para asegurar la movilización técnica de recursos financieros de manera oportuna y eficiente. Por último, pero no menos importante, es el pueblo de Ecuador, que tomará la decisión final sobre cómo reconstruir sus ciudades, pero asegurando una vía de resiliencia como compromiso. <br /> <br /> <br /> <br />