<span style="font-size: 13.3333px;">Los efectos de la recesión se ven traducidos en una disminución en las ventas de las empresas y una menor capacidad de ahorro de los agentes económicos reflejados en el aumento del indicador de desempleo y la reducción de las estimaciones de crecimiento.<br style="font-size: 13.3333px;" /> <br style="font-size: 13.3333px;" /> Si bien el periodo de expansión se caracterizó por mejoras salariales, inversión en infraestructura, salud y educación, acompañado de una disminución de la pobreza, el cambio en el ciclo obliga a repensar los objetivos de política: sostener el bienestar alcanzado y promover el crecimiento de la economía. Este escenario está acompañado por la incertidumbre y por un ajuste de expectativas en el mercado, haciendo que las empresas mantengan o reduzcan sus presupuestos y afectando directamente al desempeño global de la economía. Así, y a pesar de que el entorno macroeconómico no es favorable, si las compañías se esfuerzan por cumplir sus metas-en cierto grado- promoverán crecimiento económico o, al menos, aportan para que la recesión no sea tan profunda.<br style="font-size: 13.3333px;" /> <br style="font-size: 13.3333px;" /> Si pese a este esfuerzo los objetivos no se cumplen, las expectativas cambian, el escenario se vuelve más conservador al igual que las metas de las empresas. Este ajuste de expectativas se agravó con el terremoto del pasado 16 de abril, afectando a la economía real de Ecuador. El costo de reconstrucción de las zonas afectadas en Manabí y Esmeraldas será de USD 3.344 millones, de acuerdo a la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, con base en el análisis situacional con funcionarios de la CEPAL y Naciones Unidas. Esta situación disminuirá la producción futura del país: -0,46% del PIB, según estimaciones de la UIEM de Ekos, sin considerar el impacto de la destrucción de núcleos familiares y otros aspectos psicológicos y sociales.<br style="font-size: 13.3333px;" /> <br style="font-size: 13.3333px;" /> De acuerdo a la US Geological Survey, existe un 81% de probabilidad de que el impacto del terremoto no supere el -1% del PIB y de acuerdo a la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo éste valor sería de -0,7% del PIB en 2016.<br style="font-size: 13.3333px;" /> <br style="font-size: 13.3333px;" /> Bajo este panorama, la política económica enfatizó algunas medidas: restricción al comercio renovando la salvaguardia por balanza de pagos un año más, aumento de impuestos en una amplia gama de medidas y tipos de tributación (al ingreso, al consumo, al patrimonio y a la utilidad), crecimiento del endeudamiento externo para cubrir déficit fiscal y tratar de masificar el dinero electrónico. Los objetivos son estabilizar la balanza de pagos, cerrar la brecha presupuestaria y disminuir la presión por liquidez en la caja del gobierno.<br style="font-size: 13.3333px;" /> <br style="font-size: 13.3333px;" /> Ecuador se encuentra en una etapa de recesión técnica y al momento ya no es posible revertir esta tendencia. La desaceleración se aleja del panorama económico y el ejercicio de política económica. La mejora del precio del barril de petróleo y otros commodities, solo podrán acelerar la entrada a una etapa de recuperación de la economía. Paradójicamente, el Banco Central realizó un análisis de su indicador adelantado de ciclo económico, en el que detalla que en el segundo semestre de 2016, el país entrará en una etapa de recuperación económica. Sin embargo, no reconoce que Ecuador está atravesando una crisis. El informe de la entidad evita mencionar términos relacionados con la “recesión económica”, pero emplea “desaceleración bajo la tendencia”. <br style="font-size: 13.3333px;" /> <br style="font-size: 13.3333px;" /> En detalle, las cifras del BCE evidencian que en el primer trimestre de 2016 hubo una reducción de -1,9% del PIB con respecto al trimestre anterior (IV trimestre 2015). También registra una reducción por tercer trimestre consecutivo, al analizar cada trimestre con respecto al mismo de su año anterior: -3%, en el primer trimestre 2016; -1,2%, en el cuarto y -1%, en el tercer trimestre de 2015. Estos porcentajes indican claramente un síntoma de recesión técnica.</span><br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">EVOLUCIÓN DEL PIB TRIMESTRAL (VARIACIÓN % T-1 Y T-4)</span><br /> <br /> <p style="margin: 0px; text-align: center;"><img src="especiales/images/270/42.jpg" /></p><br /> En los tres primeros meses de 2016, la disminución del PIB se debe principalmente a la reducción del gasto del Gobierno (-5,2%), a menor inversión (-4%) y a la disminución de consumo de los hogares (-2,5%), con respecto al trimestre anterior. A pesar de este escenario, la balanza comercial mejora: las importaciones (-4,9%) cayeron en mayor proporción que las exportaciones (-0,3%). Si bien la reducción de la balanza comercial es el resultado de las políticas comerciales restrictivas, asimismo se debe a una reducción en el consumo de los hogares y de la actividad económica. <br /> <br /> A nivel sectorial, el PIB no petrolero enfrentó una reducción de -2,6% en el mismo periodo, mientras que el PIB petrolero se recuperó en 1%. Dentro del sector no petrolero, los que más incidieron en esta reducción -con respecto al trimestre anterior- son: Enseñanza y Servicios Sociales y de Salud (-6,8%), Administración Pública (-4%), Construcción (-2,5%), Comercio (-2%), Actividades Profesionales, Técnicas y Administrativas (-3%). <br /> <br /> Aparte de la industria petrolera, el sector que tuvo un buen desempeño fue el pesquero (excepto camarón que se redujo en -8%), con un crecimiento de 5,1% en su PIB trimestral. De acuerdo al Gobierno Nacional, se espera que la economía tenga un decrecimiento de -0,4% en 2016. Sin embargo, esta cifra es menor a la proyectada por el FMI, quien estimó antes del terremoto una reducción de -4,5% para este año y de -4,3% para 2017, y a la proyección de la CEPAL que revisó su estimación a -2,5% para 2016. En julio de 2016, el FMI actualizó sus previsiones del PIB mundial y latinoamericano: 3,1% (-0,1% menos al esperado en abril 2016) en el primer caso y -0,4% (0,1% mayor al esperado en abril de 2016), en el segundo. <br /> <br /> El ajuste de las previsiones para Ecuador y los países de América Latina se publicará en el mes de septiembre.<br /> <br /> La Unidad de Investigación Económica de EKOS (UIEM) espera que la economía de Ecuador en este año se reduzca entre -2,8% y -5,04%, debido a la contracción de consumo, reducción del gasto público y a una menor actividad económica, que se refleja en un índice de inflación acumulada a junio de 1,29% (menor al registrado el primer semestre de 2015 de 3,08%). <br /> <br /> Si bien la balanza comercial ha logrado el objetivo de política económica al ser positiva (USD 404 millones entre enero y mayo de 2016), la balanza comercial no petrolera todavía es negativa y el efecto que tiene el precio del barril de petróleo (cercano en julio a USD 46 dólares por barril WTI) sobre el saldo positivo de la balanza comercial petrolera todavía no es suficiente para promover el dinamismo que necesita la economía para crecer en 2016.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">EVOLUCIÓN Y ESTIMACIÓN DEL PIB</span><br /> <br /> <p style="margin: 0px; text-align: center;"><img src="especiales/images/270/44.jpg" /></p><br /> Debido a la menor actividad de la economía, el impuesto a la renta -recaudado entre enero y junio- se redujo en -16% en 2016, con respecto al 2015. Mientras que la recaudación del IVA que venía decreciendo en relación a su mes anterior en abril y mayo de 2016 (-2,9% y -2,1%, respectivamente), se incrementó en 12,6%, debido al incremento del IVA en 2%.<br /> <br /> Por su parte entre enero y junio de 2016, la recaudación tributaria bruta disminuyó a USD -830 millones, comparando el mismo periodo en 2015. Considerando que los dos puntos adicionales del IVA se destinarán a la reconstrucción de Manabí y Esmeraldas, lo que implica menor cantidad de recursos para mantener el nivel de gasto e inversión pública.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">RECAUDACIÓN TRIBUTARIA ENERO-JUNIO (USD MILLONES)</span><br /> <br /> <p style="margin: 0px; text-align: center;"><img src="especiales/images/270/46.jpg" /></p><br /> Esta reducción, obliga al Gobierno a incrementar los niveles de deuda pública: a mayo de este año, la deuda total aumentó en USD 1.544 millones, con respecto a la deuda total contraída hasta 2015. Mientras que a finales de julio se colocaron bonos soberanos a 5 años por USD 1.000 millones adicionales al 10,75%.<br /> <br /> Emplear estos recursos provenientes de deuda proveería crecimiento sin mayor riqueza, ya que es un aumento de actividad que se obtiene de un sacrificio posterior de recursos empobreciendo al país en un futuro y afectando la capacidad de contraer una nueva deuda.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">DEUDA PÚBLICA INTERNA Y EXTERNA (USD MILLONES)</span><br /> <br /> <p style="margin: 0px; text-align: center;"><img src="especiales/images/270/461.jpg" /></p><br /> Ante la coyuntura, en la que el modelo de crecimiento de la economía -vía gasto público- es cada vez menos sostenible, el rol de las empresas es cada vez más importante, ya que son actores fundamentales para encauzar un nuevo ciclo de recuperación y expansión. <br /> <br /> En recesión las empresas o industrias con menor liquidez tienden a aminorar sus inversiones y realizan ajustes de precios. Debido al desempleo y a la contracción de demanda, la cooperación entre compañías disminuye y sus márgenes de ganancia pueden variar; cuando la economía entra en recuperación también lo hace su mark-up, ya que sus precios se ajustan más rápido que los salarios. Este reajuste da paso a importantes cambios en el market share y en las ganancias de las empresas: aquellas que se posicionen mejor y atraviesan airosas el periodo de turbulencia económica, aprovecharán mejor el crecimiento por venir en la recuperación y posterior expansión de la economía.<br /> <br />