Si bien la medición del PIB (Producto Interno Bruto) permite evaluar la producción final de un país (o territorio determinado) de bienes y servicios finales a lo largo de un periodo determinado, lo que permite establecer el tamaño de una economía, su evolución, composición y compararla con otros países (o regiones), no es un indicador completo en materia de desarrollo. Esto se ha cuestionado desde hace varias décadas, de tal manera que se ha planteado que no se tome en cuenta el costo de alcanzar ese PIB, por ejemplo: el nivel de agotamiento de recursos naturales, el nivel de vida de la población, la distribución de la riqueza, entre otros. Así, se han generado otros indicadores que buscan incluir varias dimensiones con el fin de analizar la situación real de desarrollo y condiciones de vida que tiene la población de un país, dentro de los que se han hecho esfuerzos a nivel de organismos internacionales como la medición del Índice de Desarrollo Humano (IDH), por parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Pero también existen otros esfuerzos a nivel privado que permiten tener una visión enfocada hacia el Progreso Social que tiene un país en relación a otros y su evolución en el tiempo. De esta manera, la ONG Social Progress Imperative ha desarrollado el Índice de Progreso Social. Esta ONG es un esfuerzo conjunto de varias organizaciones privadas a escala mundial, dentro de las que se incluye a Deloitte.<br /> <br /> El Índice de Progreso Social es un importante avance al partir del principio de la necesidad de que exista progreso social para poder generar impacto real y positivo en los negocios. Adicionalmente, esta medición se alinea con las Metas del Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (MDS). Además, se lo ha desarrollado para 128 países (94%de la población mundial).<br /> <br /> Para esto, se trabaja en tres grandes dimensiones, con más de 50 diferentes indicadores agrupados de la siguiente manera: <img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion 164/228.png" align="center" style="margin: 20px 0px 20px 0px;" /><br /> <br /> Las tres dimensiones permiten evaluar el progreso, abarcando de una manera completa las condiciones de vida de la población de acuerdo a la siguiente composición:<br /> <br /> • <span style="font-weight: bold;">El primer componente de Necesidades Humanas</span> permite determinar el nivel de nutrición y acceso a alimentos, así como las tasas de mortalidad materna, infantil y por enfermedades infecciosas. También incluye el acceso a una vivienda y la cobertura de los servicios de electricidad, agua y saneamiento. Finalmente se incluyen aspectos relacionados con la seguridad de la población en función de los homicidios, criminalidad y mortalidad en accidentes de tránsito, entre otros.<br /> <br /> • <span style="font-weight: bold;">El segundo componente se relaciona con los Fundamentos del Bienestar</span>. Para esto se toma en cuenta el acceso a conocimientos básicos, lo que se relaciona con el acceso a la educación primaria y secundaria. Se incluye también el acceso a servicios de comunicación e información. El bienestar también se relaciona con la salud por lo que se toma en cuenta la esperanza de vida y mortalidad prematura, junto con indicadores que permiten establecer la calidad ambiental que tiene cada territorio.<br /> <br /> • <span style="font-weight: bold;">La tercera dimensión se enfoca en las oportunidades que tiene la población en función de sus derechos personales</span> (políticos, a la propiedad privada, libertad de expresión y de reunión), libertad personal y de elección (culto, elección de la vida, corrupción, matrimonio adolescente y acceso a métodos anticonceptivos), tolerancia e inclusión (tolerancia a inmigrantes, religión y homosexuales; discriminación, entre otros) y por último acceso a la educación superior (años de escolaridad, enfoque de género, oferta, matriculación, entre otros).<br /> <br /> Para el año 2017, los resultados permiten establecer que los países nórdicos son los que mayores Índices manejan. Es así como Dinamarca ocupa el primer lugar con un puntaje de 90,57, seguido por Finlandia con 90,53 e Islandia y Noruega con un empate de 90,27. Estas naciones reflejan un buen nivel de progreso social para el desarrollo de los negocios. En la región, Chile es el país que ocupa a mejor posición (25) con un puntaje de 85,24. Ecuador, por su parte, ocupa la posición 55, por debajo de sus vecinos. Estos valores no se correlacionan de manera directa con el PIB de cada país. Si se los evalúa en función del PIB per cápita, no son los países con el valor más alto los que tienen el Indicador de Progreso Social más elevado. De todas maneras, los países con PIB per cápita más bajo, se pueden agrupar en tramos del indicador. <br /> <img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion 164/232.png" align="left" style="margin: 20px 20px 20px 0px;" /><br /> <br /> A nivel mundial se estima que existe un índice de 64,85. Ecuador se ubica por encima de este valor, superando el promedio en la mayor parte de índices, excepto en derechos personales y acceso a la educación superior. En materia de seguridad personal y libertad personal y de elección los valores son muy cercanos. Esto permite determinar las áreas en las que se debe realizar un importante trabajo.<br /> <img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion 164/232a.png" align="right" style="margin: 20px 0px 20px 20px;" /><br /> <br /> Para Ecuador, los puntos más destacados son la matriculación en educación secundaria, la libertad de culto y la tolerancia religiosa.<br /> <br /> A partir de esta información, es posible determinar las áreas prioritarias de acción, enfocar políticas y evaluar riesgos. Si se focalizan los esfuerzos en este trabajo, será posible desarrollar un entorno más adecuado para las condiciones de vida de la población y para el éxito de los negocios.