<span style="font-weight: bold;">1. Capacidades no valoradas</span><span style="color: #371d0c;"> <br /> Se ha dado cuenta de que la empresa donde trabaja no tiene en cuenta el potencial de sus cualidades y no saca partido de tu rendimiento laboral. Sientes que podría hacer más y obtener más beneficio de su trabajo. </span><br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">2. Sus ideas triunfan</span><font color="#371d0c"> </font><br /> <font color="#371d0c">Brinda a sus compañeros todas las ideas que rondan en su cabeza. Casi todas tienen una gran aceptación y sorprenden a los profesionales con los que se reúne. Es un síntoma de que quiere experimentar nuevas fórmulas de negocio y tiene la clave para que se hagan posible. </font><br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">3. Una persona emprendedora</span><span style="color: #371d0c;"> <br /> Siempre ha sabido que podría encabezar la dirección de una empresa porque sus conocimiento y su capacidad de responsabilidad lo permite. </span><br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">4. Ver ese espacio vacío que nadie ve</span><span style="color: #371d0c;"> <br /> Su constante formación y la implicación por desarrollarse profesionalmente han hecho que vayas por delante de otros. Conoce que en el mercado hay nuevos proyectos que pueden encajar con el ritmo de la sociedad y cree tener el adecuado para crear su negocio. </span><br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">5. Cuenta con el trabajo de profesionales</span><span style="color: #371d0c;"> <br /> Ha sabido ganarse el aprecio de sus compañeros de profesión y quieren formar parte de su equipo. Es momento de poner en marcha su negocio.</span><br /> <br /> Fuente: Forbes.es