Este es un tema crítico, ya que la medición de nuestro progreso colectivo es quizá el componente técnico más importante de la Agenda 2030. Pero habría que preguntarse cómo es posible medir eficazmente el progreso hacia unos objetivos universales que afectan a tantos ámbitos diferentes". Enfatiza que para monitorear y supervisar plenamente los progresos realizados en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se necesitan datos y estadísticas de calidad, exactos, transparentes, oportunos y desglosados. "Es importante recordar que estos 17 objetivos representan sólo la primera y más visible capa de la Agenda 2030. Cada objetivo va acompañado de un marco específico de metas e indicadores que permite hacer un seguimiento de nuestra situación específica a nivel global, por región, por país, por provincia y por ciudad". Han pasado tres años desde la aprobación unánime de los ODS. ¿En qué momento estamos ahora? Hemos visto que todos los países han intensificado considerablemente sus esfuerzos para alcanzar cada objetivo. Sin embargo, aún hay grandes desafíos. El progreso para garantizar que nadie se quede rezagado simplemente no ha sido lo suficientemente rápido. En 2015, 2.300 millones de personas seguían careciendo de un nivel básico de servicios de saneamiento. Alrededor de 3.000 millones de personas seguían cocinando con combustible contaminante y estufas no eficientes, lo que conlleva un impacto negativo en la salud. Cerca de 4.000 millones de personas no tenían ninguna protección social adecuada en 2016. En el caso de los países pobres, la tasa de crecimiento anual del PIB real per cápita se redujo considerablemente, del 5,7% en el periodo 2005-2009 al 2,3% en el periodo 2010-2016. En general, el ritmo de progreso es insuficiente para cumplir plenamente los ODS en el año 2030.Usted ha mencionado con razón a los PMD y los pequeños Estados Insulares en Desarrollo como los principales países objetivo del UNITAR. Esta fue una de las lecciones que la ONU aprendió de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) durante el periodo 2001-2015: primero debemos llegar hasta los países más rezagados. Desafortunadamente, incluso con ese tipo de enfoque y priorización, el ritmo de progreso al empezar el año 2019 es especialmente lento para los grupos más desfavorecidos y marginados. Estamos llamados a intensificar aún más nuestros esfuerzos.¿Qué capacidades se deben desarrollar en estos países y desde las cuales UNITAR puede ser una entidad de apoyo? La visión del UNITAR es un mundo en el que las personas, las instituciones y las organizaciones estén dotadas de los conocimientos, las aptitudes y otras capacidades necesarias para superar los desafíos mundiales. Acabo de mencionar que el ritmo de progreso no es lo suficientemente rápido. ¿Cómo vamos a cambiar eso? Estoy profundamente convencido de que el aprendizaje desempeñará un papel fundamental. Después de todo, el conocimiento, las habilidades y las actitudes son los principales impulsores del cambio. Nuestro objetivo es fortalecer las instituciones, los gobiernos y las organizaciones para que hagan lo que hacen de una mejor manera. El desarrollo de esas capacidades mediante la capacitación y los procesos conexos es una palanca que debemos utilizar para crear el futuro que deseamos. ¿Qué significa esto en la práctica? UNITAR es uno de los principales proveedores de soluciones de aprendizaje de alta calidad y de otros productos y servicios de conocimiento y capacitación y entrenamiento. Estamos profundamente comprometidos a ayudar a los Estados Miembros y a otras partes interesadas de las Naciones Unidas a poner en práctica la Agenda 2030. En última instancia, nuestro objetivo es mejorar la toma de decisiones y apoyar la acción de los gobiernos para superar los desafíos mundiales.La región (nos referimos a América Latina), desde su visión, ¿cómo avanza en el cumplimiento de los ODS? Antes de hablar sobre los ODS, mencionaré rápidamente a sus predecesores: los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). América Latina ha dado pasos gigantes hacia el logro de los ODM. Permítanme dar algunos ejemplos. La proporción de personas consideradas en situación de pobreza extrema disminuyó en dos tercios, del 13% en 1990 al 4% en 2015. La tasa de pobreza extrema disminuyó del 12% al 4%. La distribución de ingresos también mejoró en la última década. La región también alcanzó la meta de reducción del hambre de los ODM, ya que la proporción de personas desnutridas disminuyó del 14,7% en 1990-1992 al 5,5% en 2014-2016. Estas mejoras pueden atribuirse a una menor tasa de dependencia, transferencias redistributivas de efectivo y a una mejora en las condiciones del mercado laboral. El aumento en remesas también ha contribuido a la reducción de pobreza en algunos países. A nivel mundial, hemos visto una inmensa respuesta a la Agenda 2030 y América Latina no es una excepción. Me gustaría mencionar tres áreas que se destacan. En primer lugar, América Latina ha sido la región con más desigualdad, pero si se mantienen las tendencias actuales, entonces las reducciones en términos de desigualdad serán consideradas como unas de las más impresionantes a nivel mundial. Por otro lado, la erradicación de la pobreza extrema y la ampliación del acceso a la energía son dos ámbitos en los que se espera que la región logre avances significativos. Sin embargo, el progreso no es lo suficientemente rápido en todas partes, e incluso hay tendencias negativas en algunos casos.Lamentablemente, esta tendencia negativa parece estar alineada a las tendencias mundiales para los primeros cuatro temas. Asimismo, se prevé que el resultado con respecto a poner fin a las muertes violentas será mucho peor en la región que en cualquier otro lugar del mundo.