<img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion 187/24-a.png" align="right" style="margin: 0px 0px 20px 20px;" /> <img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion 187/24-aa.png" align="left" style="margin: 0px 20px 20px 0px;" /> Así: ofrecen mayores plazos a los clientes; aseguran la continuidad de la producción o de la comercialización con inventarios en exceso; invierten en maquinarias o instalaciones más allá de lo necesario, contratan más gente, etc.<br /> <br /> El objetivo de ventas se alcanza, lo cual agrada al directorio, el gerente asegura el puesto y todos los interesados (clientes, empleados, inversionistas y proveedores) están contentos.<br /> <br /> Adicionalmente, mayores ventas se traducen en mayores ganancias operacionales que satisfacen a los directivos.<br /> <br /> Cuando se reúnen los accionistas hay euforia, ya que muy pocos ven que todo ello se ha logrado inflando los activos y que, en este esquema de crecer a como dé lugar, lo que se sacrifica es la rentabilidad.<br /> <br /> El escenario descrito es, en la vida real, más frecuente de lo que parece.<br /> <br /> La rentabilidad de la empresa, comúnmente denominada ROA (Return on Assets), se calcula dividiendo la utilidad operacional, UO, por el total de activos, A.<br /> <br /> Entonces ROA = UO/A.<br /> <br /> Por lo mismo, incrementos en el denominador reducen la rentabilidad, a menos que la ganancia operacional crezca en la misma proporción. La ganancia operacional es el resultado del negocio per se.<br /> <br /> De lo expuesto se puede concluir que la rentabilidad de esta empresa no deja de caer y que ello es el fruto de una obsesión por el crecimiento y de una falta de control sobre los gastos operacionales.<br /> <br /> <img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion 187/25-a.png" align="left" style="margin: 20px 0px 20px 0px;" /> Lo recomendable es perseguir un objetivo estratégico de crecimiento rentable. Para lograrlo, hay que asegurar un equilibrio armónico entre aumento de los activos (cuya factibilidad debe ser cuidadosamente evaluada), e incremento de ganancias; este último es lograble no únicamente con incrementos en ventas (que deben ser mayores a los de los activos) y con mantenimiento del margen bruto, sino también con eficiencias operacionales que generen ahorros de gastos. <br /> <br /> Para ilustrar esta recomendación, en la edición de marzo 2019 de Revista Ekos, página 162, aparece lo siguiente: <img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion 187/25-b.png" align="right" style="margin: 20px 0px 20px 20px;" /> “… La nueva estrategia de la compañía (Avianca) busca migrar de un modelo de crecimiento hacia uno de rentabilidad y eficiencia operacional…”. Estrategias como las descritas deben generar aumentos de la rentabilidad. (Y, posiblemente, creación de valor, pero este es tema para otro artículo).