<p style="margin: 0px 0px 0px 40px;"><span style="font-size: 12pt; font-style: italic; color: #666666;">“Las emisiones globales de CO2 deben empezar a caer antes de 2020 para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París”, afirma Christiana Figueres, ex responsable del cambio climático de la ONU en un artículo publicado para ‘Nature’, según lo recoge el periódico ‘El País’ en su análisis sobre el tema.</span><br /> </p><br /> El crecimiento incesante de la población mundial y el desarrollo de las economías, han generado un uso cada vez mayor de los recursos energéticos del planeta. Desde la revolución industrial, el crecimiento económico ha estado vinculado al uso de carbón y combustibles fósiles, que tienen un alto impacto en las emisiones de <span style="font-weight: bold;">CO2</span>, el principal causante del efecto invernadero en el planeta. El costo del desarrollo y el bienestar, ha generado una cantidad de gases que se acumulan en la atmósfera terrestre e inciden en el calentamiento global.<br /> <br /> De acuerdo a ‘<span style="font-weight: bold;">Global Carbon Project</span>’, “la discusión de si el calentamiento global es un fenómeno causado por el hombre o un ciclo natural de la tierra, es un debate que es imposible de probar. Sin embargo, existe un hecho que si puede darse por sentado, el cual ha sido vinculado con las anomalías en la temperatura del planeta. En años recientes, los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, se han incrementado como resultado del proceso de industrialización, el cual comenzó en la segunda mitad del siglo XVIII y sigue en auge, en especial en la mayor parte de los países emergentes. En la sociedad pre industrial, las emisiones de dióxido de carbono provenían de fuentes no relacionadas a la energía como rocas, animales y volcanes. En 1751, el primer año del que se registran datos, se producían alrededor de 11 millones de toneladas métricas de CO2, en 1960 esa cifra era 1.000 veces más grande, y <span style="font-weight: bold;">en 2017, alcanzó 36.200 millones de toneladas métricas</span>”.<br /> <br /> Durante el siglo XXI, la conciencia de que el modelo de desarrollo no es sostenible para el planeta ha aumentado, resultando en la sustitución de energías basadas en el carbón y el petróleo por otras “limpias” que no generen emisiones. Sin embargo, el cambio de la matriz energética en la mayoría de los países, es un esfuerzo que requiere de inversión, voluntad política y tiempo. <br /> <br /> El Acuerdo de París es el paso que dieron los países firmantes para ir reduciendo las emisiones de CO2 de forma gradual, sin afectar su desarrollo, y durante algunos años (entre 2014 y 2016), se vio con optimismo que las emisiones mundiales de combustibles fósiles de la industria (que suponen el 90% del CO2 que emite la actividad del ser humano), se estancaron, mientras crecía el PIB mundial. Sin embargo, y según se observa en el reporte de ‘Global Carbon Project’, esto no ha pasado de ser un espejismo, porque <span style="font-weight: bold;">para 2017, las emisiones crecieron un 1,7% y en 2018 crecieron un 2,7% llegando a <span style="color: #ff0000;">37,1 gigatoneladas,</span> una cifra nunca antes vista en la historia de la humanidad.</span><br /> <br /> <br /> <img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion 187/17-a-ADN.png" align="left" style="margin: 0px 0px 20px 0px;" /> <img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion 187/18-a-ADN.png" align="left" style="margin: 0px 0px 20px 0px;" /> <br /> <br /> <br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">¿Por qué la dependencia de la industria a los combustibles fósiles?</span> Según lo indica <span style="font-weight: bold;">Pep Canandell, director del ‘Global Carbon Project’</span>, en un artículo publicado por el diario ‘El País’ por la cumbre del clima COP24 celebrada en Polonia 2018, “desafortunadamente, la capacidad instalada de energías renovables no es lo suficientemente grande como para cubrir el crecimiento de la demanda global de energía y por lo tanto, hemos visto que plantas de carbón que estaban funcionando por debajo de su capacidad (la mayoría en China), han aumentado su producción”.<br /> <br /> De acuerdo a las estadísticas en las que se presentan los principales productores de emisiones de dióxido de carbono en 2017, <span style="font-weight: bold;">los 10 países con mayores emisiones de dióxido de carbono producen el 67% de todas las emisiones de CO2 en el planeta</span>. De ellos, <span style="font-weight: bold;">China y Estados Unidos emiten la mayor parte de toneladas métricas de gas</span>. Mientras el país asiático genera el <span style="font-weight: bold;">27,2%</span> del total de emisiones, el país norteamericano produce el <span style="font-weight: bold;">14,6%</span>, prácticamente sextuplicando a la tercera economía que aparece en este ranking (India), y generando 27 veces más toneladas métricas que Canadá, la cual se ubica en la décima posición. Estados Unidos es también uno de los principales emisores de carbono en términos per cápita y al contrario de China y las economías europeas, no participa del Acuerdo de París.<br /> <br /> Las emisiones de CO2 se concentran en Asia, que aporta con 6 países al top 10 (además de China, India, Japón, Irán, Arabia Saudita, Corea del Sur), Norteamérica (con los ya mencionados EE.UU. y Canadá) y -en menor medida- Europa (Alemania y Rusia).<br /> <br /> <img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion 187/18-b-ADN.png" align="left" style="margin: 0px 0px 20px 0px;" /> <br /> <br /> El Pacto de París, firmado en 2015, establece como objetivo que el aumento de la temperatura a final de siglo no debería superar los 1,5 o 2 grados respecto a los niveles preindustriales. Y el planeta está ya en un grado de aumento. “<span style="font-weight: bold;">Ya son evidentes los impactos terribles de un grado de calentamiento”, apunta Figueres</span>.<br /> <br /> Si se mantiene todo igual, la Agencia de Energía de Estados Unidos proyecta que las emisiones de dióxido de carbono <span style="font-weight: bold;">crecerán en un 46% para 2040</span>. Ante esto, muchos países han emprendido cruzadas para reducir sus emisiones, una de ellas es la <span style="font-weight: bold;">reforestación</span> del planeta, el incluir un costo a las emisiones de carbón, la reducción del consumo de artículos provenientes de combustibles fósiles y una sustitución por energías limpias.<br /> <br /> Una combinación de todas estas medidas es necesaria, pero no será suficiente si la sociedad no considera que un cambio <br /> en el modelo económico es inminente y que seguramente valdrá la pena sacrificar un poco el nivel de vida de la sociedad y sus comodidades, en la búsqueda de un modelo productivo más sostenible.<br /> <br /> Pese a lo expuesto, el escenario actual no es del todo negativo, la capacidad instalada de generación de energías limpias se duplica cada 4 años y las nuevas generaciones han incorporado la conciencia ambiental a su estilo de vida y el consumo responsable en su comportamiento, porque no solo se trata de plantar árboles, sino de pensar si en la siguiente ocasión las personas que compren algo, ya sea un dulce, zapatos o un vehículo, respondan a las siguientes preguntas, <span style="font-weight: bold;">¿de verdad lo necesito?, ¿Cuánto contamina este producto para satisfacer mi necesidad? ¿cómo lo voy a desechar cuando ya no lo necesite?</span><br /> <br /> <img src="https://admin.grupo-ekos.com/storage/posts/fotos-articulos-temario/edicion 187/19-a-ADN.png" align="left" style="margin: 0px 0px 0px 0px;" />