Rossana Viteri, Directora Ejecutiva Plan Internacional Plan Internacional, una ONG que trabaja por los derechos de la niñez y la igualdad de las niñas, se ha convertido en un actor importante para luchar por los grupos vulnerables de distintas comunidades -con especial prioridad a niñas y mujeres-, en temas de violencia, problema que se ha profundizado durante el confinamiento causado por la emergencia sanitaria del Covid-19. Rossana Viteri, Directora Ejecutiva de la entidad, charló con Revista Ekos para contarnos sobre las iniciativas que están fomentando, con el propósito de apoyar a la reducción del impacto de violencia generado por la emergencia sanitaria. “Trabajamos en dos ejes: como organización de desarrollo y como organización humanitaria, es decir, respondemos en el caso de una crisis como ésta”. Esto es posible gracias a la alianza tanto con empresas del sector público, como los COE en todos sus niveles, pero también con Naciones Unidas y todo su equipo humanitario, así como entidades del sector privado, “tenemos el agrado de ser parte del Fideicomiso Fondo para Todos, con el que vamos a trabajar en esta línea de favorecer la seguridad alimentaria de las familias más vulnerables”, señala Viteri. Un aumento de violencia de género alarmante La violencia a niñas, adolescentes y mujeres de por sí, ya es preocupante, pero se acentúa en situaciones de emergencia como la que vivimos actualmente. Viteri pone sobre la mesa dos ejemplos de circunstancias que elevaron el número de víctimas de violencia durante una emergencia sanitaria. Habla del terremoto de Haití y el propio impacto del coronavirus en China. Si bien para Ecuador no existen cifras oficiales de cuánto más aumentaron los casos de violencia a este grupo, para tener una idea en China, ascendió un 200% y el 90% tenía que ver con las medidas de confinamiento. Sin duda, se trata de una cifra alarmante, que no es ajena en otros países. Pero, ¿por qué ocurre esto? De acuerdo a la alta ejecutiva, “las familias están abocadas a una serie de tensiones, por un lado, los niños están encerrados en espacios muy pequeños, casas no tan grandes, de los barrios más vulnerables de nuestra ciudad o del campo, donde las personas están conviviendo en un espacio reducido, que sumado a la falta de comida, fomentan momentos de estrés que lastimosamente se vuelcan a las niñas, adolescentes y mujeres. 600 comunidades con las que trabajamos temen por la seguridad alimentaria, pues sus familias viven el día a día, y esa problemática, más adelante, se torna en situaciones de violencia". Por otro lado, el aumento del trabajo doméstico recae sobre este grupo vulnerable en una situación de emergencia sanitaria. Además, “ 4,6 millones de niños y niñas se han visto afectados por el cierre de las escuelas”, no todos tienen los recursos ni las posibilidades para recibir clases online. Viteri resalta el problema que viene después: no se sabe el número de estudiantes que volverán a las aulas, “las que menos regresan son las niñas, porque ante un panorama de escasez de recursos, las familias deben decidir a quién mandar y sobre todo las adolescentes no regresan”. Tres puntos clave para luchar contra la violencia Plan Internacional, se ha enfocado en tres temas fundamentales para apoyar a grupos vulnerables a enfrentar la crisis: - Ayuda humanitaria: “Hablamos de 5 millones de personas de Ecuador que no tienen aseguradas la alimentación, el Gobierno habló de ayudar a 2 millones”, pero queda un número grande pendiente de cubrir. Por eso, Plan Internacional está apoyando con kits de alimentación, transferencias monetarias, kits de higiene personal, además, están pensando en becas escolares en caso de ser necesario, así como en otras acciones que beneficien a las familias a subsistir la crisis. - Prevenir la violencia: esta entidad está haciendo los mayores esfuerzos por evidenciar este riesgo, el 70% de agresores de niñas y adolescentes, sobre todo violencia sexual, están en el entorno cercano inmediato. Ahora que hay restricción de circulación, quiere decir que están encerradas con sus agresores, y no tienen a dónde llamar, ni acudir, asegura Viteri. “Hacemos un llamado a cada familia, a cuidar a las niñas, a creerles, a fortalecer cualquier mecanismo que les ayude a auto defenderse, a manifestar las preocupaciones que las acompañan. A que confíen en sí mismas, actúen y tomen decisiones e iniciativas que les hagan gestoras del cambio. A veces se hace caso omiso a lo que pasa, entonces, se descarta una situación que producirá un impacto en el resto de la vida de la niña. - Favorecer al emprendimiento: La segunda etapa planificada empezará tan pronto las restricciones empiecen a aligerarse. “tenemos una serie de emprendimientos interesantes y los estamos direccionando para que puedan responder a algo que tenga que ver con la crisis sanitaria”. El apoyo que brindan será en aspectos como estudios de mercado, capacitación, y en algunos casos, con capital semilla. Alcance de la ayuda: Niñas (0-18) - 158.700 Niños (0-18) - 129.888 Personas adultas - 167.400 Total: 455.988 Niñas, niños, adolescentes, jóvenes; Mujeres cabezas de hogar; Personas de tercera edad; Personas con discapacidad; Personas LGBTIQ+; Familias en condición de extrema vulnerabilidad; Familias en condición de movilidad humana. “Este es el momento de valorar a las niñas, de preocuparnos de su educación, de hacer un cambio para que vivan en un ambiente seguro y sin violencia. Si se logra esto en medio de la crisis, estamos cuidando a nuestra siguiente generación”.