<table cellpadding="0" cellspacing="0" width="100%" class="entresacadoTexto"> <tbody> <tr> <td>En un nuevo encuentro en Revista Ekos, Mauricio Morillo, Vicepresidente de Corporación Ekos, charló junto a Andrés Cordovez, Gerente General de Seguros Equinoccial sobre los pasos que ha dado esta organización en pos de brindar tranquilidad a sus clientes, protegiendo el patrimonio de sus familias y empresas.<br /> <br /> El camino ha estado marcado por tres etapas de trabajo. La primera fue especializar su servicio; centrar su trabajo en el sector privado ecuatoriano, lo que produjo una reducción de ventas de USD 20 a USD 9 millones. En la segunda fase, que duró cinco años, se buscó la consolidación de las áreas privadas, local e internacional. La tercera fase de crecimiento es el negocio individual, en el cual el objetivo es liderar el mercado.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">Los orígenes</span><br /> Con 1’500.000 sucres de capital, nueve empleados y 10 millones de sucres en ventas, empezaron las operaciones de Seguros Generales Equinoccial S.A., el 1 de marzo de 1973. Lo que empezó como una empresa con una alta participación del Estado en sus ventas, que alimentaban el negocio, con el ingreso de Cordovez dirigieron la mirada al sector privado.<br /> <br /> “Armar una estrategia es tal vez lo más sencillo, pero hacer el terno es más complejo que hacer las medias”, sentencia. Y lo dice por experiencia. “Los dos primeros años fueron muy difíciles, a pérdida. Ya en el tercero se dio una utilidad y empezábamos a lucir firmes en el sector privado”, comenta este alto ejecutivo, quien para permitir que su empresa dé un salto cualitativo en su gestión tuvo que reducir el personal de 190 a 70 colaboradores.<br /> <br /> Hacer esta transformación valió la pena. Hoy, Seguros Equinoccial representa a 11 firmas internacionales, tiene una fuerza de ventas propia y con gusto enfrenta a un nuevo desafío, el tecnológico.<br /> <br /> Equinoccial es la pionera en los ramos de Fianzas, Todo Riesgo Petrolero, Riesgos Especiales y otros. Ha ocupado un importante sitial dentro del mercado de seguros ecuatoriano por los montos de su producción, por su solidez patrimonial y el importante volumen de activos de la empresa.Seguros Equinoccial tiene 14 oficinas y presencia en Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta, Ambato, Ibarra, Riobamba y Loja.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">Visión y claridad</span><br /> El nuevo escenario, como cataloga este CEO, es desafiante y motivante, más aún para una empresa de seguros que cuenta con competidores multinacionales, donde además hay una importante inversión por parte del gobierno, el aumento de la venta de vehículos a crédito, el desarrollo del seguro de personas (seguros de vida y salud) y el crecimiento constante marcado del país. El ejecutivo tiene cuatro preceptos bajo los cuales actuar:<br /> <ol> <li>Respetar a todos los actores.</li> <li>Estudiar a los competidores.</li> <li>Conocer sus fortalezas y oportunidades.</li> <li>Estar vinculado al 100% con elnegocio y con la economía nacional.</li></ol> Este hombre, convencido de que el respeto hace la diferencia en los negocios y que por algo tenemos dos orejas y una boca -entre risas enfatiza que se debe escuchar más y hablar menos- es el responsable de transmitir una clara filosofía a los colaboradores de la erpresa que él dirige.<br /> <br /> Su pensamiento es clave y se basa en la honestidad, saber honrarla palabra, amar lo que se hace, aprender para mejorar. Así como respetar y valorar al ser humano, por tanto, valorar al cliente.<br /> <br /> La entidad es, sin duda, una de las protagonistas más destacadas del sector asegurador, al punto de representar el 9,5% del total. Equinoccial reportó en 2012 utilidades por USD 4 millones y en lo que vade 2013 ocupa el primer lugar en el ramo más comercializado en el país: vehículos.<br /> <br /> <span style="font-weight: bold;">Tras el CEO</span><br /> <span style="font-size: 10pt;">Si se indaga en la vida personal de Andrés Cordovez uno se encuentra con un alma deportista, con el hombre que tiene 50 años de edad, 30 de casado, tres hijos y dos nietos. Un hombre con una lección de oro: “aprendí desde muy joven a perder y aprender a esperar ganar".</span></td></tr> </tbody></table>